No es sencillo ser emprendedor en un nuevo negocio. Esto requiere de muchas horas de esfuerzo y dedicación, además de importantes inyecciones de capital. De modo que una vez ya el negocio está consolidado, deshacerse de este puede ser incluso más difícil que crearlo. No tanto por el hecho de encontrar comprador, sino por el apego emocional que algunos emprendedores pueden sentir hacia su proyecto.
Pero, nunca hay que olvidar que los negocios no se pueden mezclar con los sentimientos y si hay señales de que debes vender tu negocio, entonces lo ideal es seguirlas. A continuación, veremos cuáles son esas señales claves que todo buen emprendedor debe seguir.
Conoce las señales de que debes vender tu negocio
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El valor comercial de la empresa ha aumentado drásticamente
Los expertos en emprendimiento y negocios afirman que nunca se debe desaprovechar la oportunidad de beneficiarse de la revalorización de bienes. Si en un corto plazo de tiempo la empresa logra revalorizarse, la venta del negocio es una buena manera de generar más rentabilidad de la esperada cuando se creó el plan de negocios inicial.
Con los beneficios generados por la venta de la empresa, el emprendedor tendrá mayor capacidad de acción en materia de inversión para desarrollar un modelo de negocio mucho más grande, evitando así el proceso de crecer progresivamente con el modelo actual. Hay que tomar en consideración que las empresas pueden llegar a tener picos de valorización y si tu pequeño negocio llega a este, lo ideal es vender.
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No hay objetivos a largo plazo
La motivación es clave para que un negocio sea exitoso. Si esta ya no está, no vale la pena mantener el proyecto. Una de las señales de que debes vender tu negocio, es la falta de perspectiva a largo plazo. Si no vez la empresa en unos años, entonces no vale la pena seguir gastando tiempo y esfuerzo en un proyecto que ya no apasiona.
En la mayoría de los casos, las pequeñas empresas son negocios familiares. Por lo que, si las próximas generaciones no ven su futuro en el negocio, esto genera un impacto considerable a la motivación del emprendedor.
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El riesgo ya no es tan atractivo
No es una apuesta segura emprender en un nuevo negocio. No se tiene la certeza de que el negocio será lo suficientemente lucrativo como para generar sostenibilidad o rentabilidad a largo plazo. Por ende, el riesgo siempre está presente.
Los nuevos emprendedores suelen sentirse atraídos por el riesgo, por lo que emprender en un nuevo proyecto, más que un trabajo, es una manera de retarse uno mismo y darle un cierto sentido a la vida. Pero cuando ya no se siente atracción por ese riesgo, y por el contrario, el emprendedor se estanca en un ambiente de confort que no promueve el crecimiento del negocio, lo ideal es vender.
La poca atracción por el riesgo es una de las más claras señales de que debes vender tu negocio. Y por lo general, es más común entre los emprendedores de una edad avanzada, que prefieren un descanso de las altas emociones.
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La empresa ya no es tan rentable como en el pasado
Los problemas financieros son una de las razones más comunes por la cual un negocio es vendido. Lo ideal, es detectar a tiempo cuando el negocio podría estar próximo a la caída, y así evitar una menor valorización en su precio de mercado.
La mejor forma de predecir los problemas financieros, es analizar las cuentas actuales. Si la empresa ya no es tan rentable como en el pasado, y por el contrario, resulta un poco complejo financiar nuevas inversiones, lo más recomendable es cambiar el modelo de negocio o buscar un comprador dispuesto a asumir los riesgos.