El trabajo de freelance es una opción muy popular en la actualidad, que se puede adaptar a casi cualquier tipo de profesión. El problema radica en que no siempre es posible alcanzar independencia financiera con este modelo de trabajo, y hay ocasiones en la que el usuario debe entender que es momento de pasar de ser autónomo a dependiente. Por ello, vamos a ver algunas señales claras de que es tiempo de renunciar al freelancing.
Conoce las señales que indican que es tiempo de renunciar al freelancing
1. Una mejor oportunidad de empleo
La principal razón por la que se debe trabajar como autónomo en la web, es por el hecho de garantizar suficiente rentabilidad que facilite un estilo de vida cómodo. Por lo general, uno no se vuelve independiente para volverse millonario, sino más bien para tener un estilo de vida desahogado.
Sin embargo, hay veces en que resulta más rentable disponer de un empleo como dependiente que trabajar como freelance. Los analistas en emprendimiento sugieren que los autónomos tomen en consideración propuestas laborales donde el empleo genere muchos más beneficios que los realizados durante un mes trabajando de forma autónoma. Sobre todo si se cuenta con importantes cargas financieras que no pueden ser sacrificadas.
2. En busca de la estabilidad
Hay que tomar en cuenta que el trabajo como freelance no es una apuesta segura. No hay certeza en que se va a encontrar suficientes clientes como para poder generar ingresos que satisfagan las necesidades básicas de un individuo o familia durante un mes. Por ellos, si se tiene cierta sensación de pánico por el riesgo o si se busca una mayor estabilidad, entonces es tiempo de renunciar al freelancing.
Al igual que en el emprendimiento de un nuevo negocio, la motivación es clave para alcanzar el éxito en el freelancing.
Es normal sentirse agotado por la sensación de riesgo generada por el trabajo autónomo. Y a diferencia de lo que muchos pueden afirmar, pensar en cambiar el rumbo de tu estado laboral no es una declaración de derrota o fracaso, solo una fijación de prioridades.
3. No puedes alcanzar metas financieras
Todo buen emprendedor o autónomo debe fijarse metas financieras para un mediano o largo plazo. Estas metas permiten planificar un mejor futuro, libre de riesgos financieros que puedan llevar a la bancarrota. El problema radica cuando no se pueden cumplir esas metas, ni siquiera en la mitad.
En teoría, el freelancing debería ser el trampolín que facilite cumplir de manera más rápida las metas financieras. Pero, si por el contrario, se ve una reducción en las posibilidades de alcanzarlas, lo ideal es comenzar a buscar ofertas de empleo.
Hay veces en las que un trabajo formal puede ser más efectivo para lograr la estabilidad económica, que un trabajo de independiente. En algunos casos, los autónomos vuelven a ser dependientes con el único fin de alcanzar un determinado plan financiero, el cual los mantenga en una situación más cómoda para volver a la independencia laboral con el freelancing. Ninguna opción debe ser descartada.
4. No se tiene la experiencia suficiente
Como ya se ha mencionado anteriormente, el freelancing no es una tarea sencilla. Se necesita de mucho tiempo de esfuerzo y dedicación, además de aprendizaje sobre mercadeo y captación de clientes. Un buen autónomo debe saber venderse ante los clientes y al mismo tiempo, lograr una fluida interacción comercial. Si se carece de estas habilidades, se debería considerar que es tiempo de renunciar al freelancing, por lo menos de forma eventual.
Una de las mejores formas de captar aprendizaje, es dentro del ámbito laboral. Así que en vez de percibir la vuelta a la dependencia como algo negativo, se puede ver como una oportunidad para crecer como profesional y hasta emprendedor.